Los médicos de la monarca británica avisaban este jueves por la mañana de su delicado estado de salud mientras permanecía bajo su vigilancia.
El estado de salud de la Reina había empeorado en estos últimos meses, marcados por los problemas de movilidad las reiteradas ausencias en actos especialmente simbólicos. Esta misma semana, recibió a la nueva primera ministra, Liz Truss, en la residencia de Balmoral (Escocia), en lugar de en el Palacio de Buckingham como era tradición.