Taipei sigue contando barcos y aviones de guerra chinos en sus aguas. Pekín había fijado su marcha para el lunes.
El Ejército taiwanés empieza este miércoles sus maniobras mientras el chino alarga las suyas, la presidenta defiende su reciente viaje a Estados Unidos frente a las acusaciones desde Pekín de empujar la isla hacia la tormenta y arrecian los rumores sobre un cierre del espacio aéreo. No da tregua Taiwán a la actualidad a pesar de que todo sigue igual, anclada a una interinidad de medio siglo y sin cambios a la vista, tan improbable la pacífica reunificación como la invasión militar.
Taipei sigue contando barcos y aviones de guerra chinos en sus aguas cercanas a pesar de que Pekín había fijado su marcha para el lunes. Esta mañana ha informado de 35 barcos y ocho aviones detectados en las últimas 24 horas. Al menos ocho de los primeros cruzaron la línea media del estrecho de Formosa, frontera oficiosa y ya irrelevante. La demorada partida de las tropas chinas, sin anuncio oficial de prórroga, coincide con el previsto inicio de las taiwanesas. No estaba claro este mediodía si los ejercicios, anunciados semanas atrás por la prensa nacional, habían empezado, pero las redes sociales dan fe del traslado al sur por carretera de numerosos vehículos acorazados. Son maniobras para repeler un ataque anfibio del Ejército de Liberación Popular en una de las playas, la de la localidad de Taitung, más propicias para una invasión.
Los juegos de guerra de China y Taiwán se solapan con los que celebran Estados Unidos y Filipinas, que se alargarán durante dos semanas y media y contarán con más de 17.000 tropas. Aún se escuchan los ecos de los ejercicios conjuntos de Washington y Seúl, los mayores del lustro, en la península coreana. No hay día sin maniobras militares en esta parte del mundo.
La última crisis en el estrecho de Formosa fue provocada por la reunión en Los Ángeles de la presidenta, Tsai Ing-wen, con el presidente de la Cámara de Representates, Kevin McCarthy. La Oficina de Asuntos Taiwaneses de Pekín aclaró hoy que Tsai “ha llevado el peligro a la isla”. “Al alinearse casi por completo con Estados Unidos, está empujando a Taiwán hacia aguas tormentosas”, añadió Zhu Fenglian, portavoz de la oficina. El asunto ha perdido peso en la prensa nacional, focalizada en el mundo multilateral que anuncia la inminente cumbre sino-brasileña y en la tentativa de lengüetazo del Dalai Lama a un chaval.
Cerrar el espacio aéreo
“Frente a la continua expansión del autoritarismo es aún más relevante que las democracias actúen unidas”, ha afirmado Tsai frente a una delegación de congresistas canadienses. “Con este viaje mandamos de nuevo el mensaje a la comunidad internacional de que Taiwán está determinada a la protección de la libertad y la democracia”, ha añadido. Canadá no reconoce a Taiwán sino a China.
Las últimas maniobras militares han generado mucho menos ruido mediático que las ordenadas tras la visita a Taipei en verano de Nancy Pelosi, la predecesora de McCarthy. Han sido más cortas (tres días más la prórroga), no ha habido misiles, ni ciberataques ni cancelaciones de vuelos. Tampoco se han repetido aquellos histéricos anuncios de invasiones inminentes en buena parte de la prensa occidental mientras los taiwaneses, en verano y la semana pasada, seguían a sus cosas.
China podría cerrar parte del espacio aéreo taiwanés la semana próxima. Lo asegura la agencia Reuters citando a cuatro fuentes oficiales anónimas de “fuera de China”. Dicen que ese cierre alcanzará al norte de la isla, que se extenderá desde el 16 al 18 de abril y que ignoran las razones. La medida, de confirmarse, afectará a la mayoría de vuelos que unen la isla con el noreste y sureste de Asia y a las conexiones con Corea del Sur, Japón y Estados Unidos.
Fuente: www.levante-emv.com