Tecnología

Experto UCSC entrega consejos para que agricultores enfrenten emergencias climáticas

Estrategias como tecnología predial y capacitación ayudan a minimizar riesgos y optimizar el uso del agua.

Durante la temporada de verano, los agricultores enfrentan diversas amenazas que afectan la producción y el rendimiento de sus cultivos. Entre los principales riesgos destacan el estrés hídrico, la deshidratación y el estrés térmico en las plantas, provocados por las altas temperaturas que incrementan la tasa de respiración de los cultivos en su intento por resistir el calor. Esta situación reduce considerablemente la capacidad productiva y puede generar pérdidas significativas para los agricultores. Además, la presencia de incendios forestales representa una amenaza constante que puede destruir cosechas enteras en cuestión de minutos.

El reconocimiento oportuno de estos riesgos es fundamental para la implementación de estrategias de mitigación eficaces. Así lo explicó el Director del Centro Regional de Estudios Ambientales (CREA) de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, Robinson Sáez, quien señaló que muchas veces el estrés térmico es desconocido o confundido con enfermedades estacionales, lo que dificulta el tratamiento oportuno. Por ello, es necesario que los agricultores adopten medidas preventivas, como el monitoreo de las condiciones ambientales y el uso de tecnologías que permitan evaluar la temperatura y la humedad de las plantas en tiempo real. A esto se suma la necesidad de implementar buenas prácticas agrícolas y sistemas de riego eficientes, que ayuden a minimizar el impacto del calor extremo y la escasez de agua.

“En la actualidad, podríamos enfrentar estos desafíos mediante la confluencia de instrumentos públicos y privados. El Estado debe proporcionar información macro sobre las condiciones climáticas que podrían afectar determinados cultivos, mientras que el sector privado debe invertir en tecnología predial para monitorear variables críticas, como la temperatura y la humedad del suelo. Incorporar sistemas de riego por goteo y otras prácticas agrícolas eficientes es clave para reducir el impacto del estrés hídrico”, señaló Robinson Sáez.

Recomendaciones

Para optimizar el uso del agua y proteger sus tierras, los agricultores pueden implementar soluciones basadas en la naturaleza, como humedales artificiales, sistemas de acumulación de agua e infraestructura verde, que permiten almacenar y distribuir el recurso hídrico de manera más eficiente. Además, la educación sobre el cuidado del agua es fundamental para garantizar un uso responsable del recurso a largo plazo. Iniciativas orientadas a la sensibilización y formación de nuevas generaciones en la gestión sostenible del agua pueden generar un cambio cultural necesario para enfrentar la crisis hídrica.

“Cuando los agricultores enfrentan emergencias climáticas, deben acudir a los organismos correspondientes, dependiendo de la magnitud del problema. Existen instrumentos legales que permiten la asignación rápida de recursos, como los decretos de emergencia agrícola por déficit hídrico emitidos por el Ministerio de Agricultura y los decretos de escasez hídrica de la Dirección General de Aguas del Ministerio de Obras Públicas. También pueden recurrir a las municipalidades, al Ministerio del Interior y a los Gobiernos Regionales, quienes brindan apoyo directo en base a estas declaraciones”, explicó el Director del CREA UCSC.

Además de los mecanismos de respuesta rápida, existen programas de mediano y largo plazo que buscan fortalecer la capacidad de los agricultores para enfrentar emergencias climáticas. Entidades como INDAP, FIA y CORFO, junto a los Gobiernos Regionales, ofrecen instrumentos de apoyo como Bienes Públicos, Asistencias Técnicas y Programas de Fomento e Innovación, que entregan soluciones tecnológicas y capacitación para mejorar la resiliencia del sector ante eventos climáticos extremos.

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