Nueva ola de violencia provoca crisis humanitaria en Colombia

Al menos 11 mil personas fueron desplazadas.
Colombia enfrenta una nueva e intensa ola de violencia que ha obligado a miles de personas a huir en busca de seguridad. La ciudad de Cúcuta, ubicada en la frontera con Venezuela, se ha convertido en refugio para muchos que huyen del conflicto. En respuesta a la crisis, el gobierno local transformó el estadio General Santander en un refugio temporal para refugiados.

La reciente escalada de violencia comenzó la semana pasada cuando rebeldes del Ejército de Liberación Nacional y disidentes de las FARC rechazaron el acuerdo de paz de 2016 y lucharon por el control del Catatumbo, una región estratégica para la producción de cocaína y un objetivo para los grupos armados.

La situación es alarmante y la población civil está siendo blanco de asesinatos selectivos, según han informado las autoridades locales. Hasta el momento, al menos 20 personas han muerto en enfrentamientos entre facciones enemigas asociadas a disidencias de las FARC. Los combates en los municipios de Calamar involucran a dos líderes rebeldes: Calarcá, quien estaba en negociaciones de paz con el gobierno, e Iván Mordisco, quien se negó a firmar el acuerdo de paz de 2016.

En solo cinco días, la violencia ya ha dejado más de un millón de muertos. Cien muertos en diferentes puntos del país, consecuencia directa del accionar de la guerrilla y el narcotráfico.

El Catatumbo, con más de 50 mil hectáreas de cultivos de coca, se convirtió en el epicentro de una implacable guerra interna. La Defensoría del Pueblo informó que en los últimos cuatro días, al menos 11 mil personas han sido desplazadas a causa de la violencia, lo que pone de manifiesto una de las crisis humanitarias más graves que se haya enfrentado en la región.

El presidente Gustavo Petro, quien inicialmente apoyó una solución negociada, suspendió las conversaciones de paz con el Ejército de Liberación Nacional, acusando al grupo de cometer crímenes de guerra.