Tecnología
Los robots se convierten en entrenadores personales capaces de leer las señales cerebrales
Ayudan con la rehabilitación de pacientes con daño cerebral mediante ejercicios y la lectura de las señales cerebrales que producen.
Los robots son cada vez más populares en diferentes puestos de trabajo. Un ejemplo de ello es Optimus que trabaja como un operario más de Tesla, pero el potencial de estas máquinas va más allá y se están entrenando para que realicen cualquier acción.
Una empresa conocida como VITALISE está trabajando en un proyecto en el que pretende utilizar robots para la rehabilitación de supervivientes de accidentes cerebrovasculares y lesiones cerebrales. Esta iniciativa está financiada con fondos europeos y cuenta con la colaboración del National Robotarium de Reino Unido y el Instituto Austriaco de Tecnología (AIT).
El proyecto ha pasado a la fase de ensayo en Viena y los primeros resultados son positivos. El experimento ha tenido una duración de tres meses y ha analizado el impacto de estos robots en personas con discapacidades en las extremidades superiores, cerca del 80% de los supervivientes de un ictus agudo o lesiones cerebrales las sufren.
El robot guía los ejercicios de rehabilitación
Los ejercicios más habituales para este tipo de pacientes son de un impacto bajo, pero bastante repetitivos. Los robots permiten practicar ejercicios específicos de forma repetida y ofrecen un apoyo visual para las personas.
Las máquinas se encargan de supervisar que los pacientes realicen los ejercicios adecuadamente y mantienen el ritmo durante las repeticiones. Estos robots ayudarán a motivar a las personas con mensajes de ánimo o recomendaciones mientras analizan su actividad cerebral con un auricular que monitorea las señales.
El robot de VITALISE procesa los datos de los movimientos de los pacientes durante los ejercicios, lo que le permite dar una retroalimentación en tiempo real. Si la persona no está realizando la serie correctamente, puede hacer una demostración como ayuda.
La primera prueba se ha realizado con un grupo de 16 pacientes con accidentes cerebrovasculares y lesiones cerebrales. “El robot aprendió rápidamente cómo reaccionaba cada individuo y fue eficaz a la hora de comprender las intenciones e imitar los movimientos”, ha explicado la investigadora Lynne Baillie a TNW.
Los voluntarios que han participado en el experimento aseguran que el robot les ayudó a estar más motivados durante los ejercicios. El siguiente paso para VITALISE es organizar ensayos en hospitales para mejorar la tecnología.
Fuente: ComputerHoy.com