Presidente Milei formaliza renuncia de Argentina a invitación de unirse a los Brics

Entrada en el bloque no es oportuna para el país, que atraviesa una crisis interna, pero que quiere reforzar relaciones con Brasil.

El presidente de Argentina, Javier Milei, declaró en una carta enviada al presidente Luiz Inácio Lula da Silva (PT) que pretende rechazar la invitación de los Brics para que la nación argentina se integre al grupo. El bloque reúne a las economías emergentes Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, y Argentina y otros cinco países fueron invitados a sumarse al grupo.

De aceptarse, la participación comenzaría el 1 de enero de 2024. Sin embargo, Milei consideró que sumarse al bloque no es oportuno para la Argentina. “Se revisarán algunas decisiones tomadas por la gestión anterior. Entre ellos está la creación de una unidad especializada para la participación activa del país en los BRICS”, afirma Milei.

También afirmó que su visión de la política exterior argentina difiere mucho de la practicada por su antecesor. Sin embargo, Milei reforzó su deseo de mantener estrechas relaciones comerciales con Brasil.

La negativa llega en momentos en que el presidente argentino intenta aprobar su “megadecreto”, que ha generado una ola de protestas y huelgas en el país.

Según la prensa argentina, Milei debería abstenerse de sumarse al grupo para centrarse en la crisis interna que vive con la medida. Poco después de la publicación del “megadecreto”, varios parlamentarios afirmaron que el proyecto no pasaría por el Congreso.

Entre las medidas anunciadas por el gobierno federal se encuentran la revocación de leyes en los sectores inmobiliario, de oferta y de control de precios.

Los decretos también prevén nuevas normas para la legislación laboral y la conversión de empresas públicas en sociedades anónimas para que puedan ser privatizadas, además de la modernización de la legislación aduanera. En total, según Milei, se publicaron 300 revocaciones en el Boletín Oficial. Después de una serie de protestas de la población argentina, el nuevo presidente convocó al parlamento a sesiones extraordinarias entre el 26 de diciembre y el 31 de enero; el Congreso podría aprobar o rechazar el proyecto por completo.