Cultura
Muere Sinéad O’Connor, una de las artistas más singulares y aclamadas de la música popular
Según medios británicos, la cantante irlandesa falleció a los 56 años, luego de una carrera marcada por su voz evocativa, sus éxitos y su personalidad, además de una vida salpicada de problemas personales y de complejidades de toda índole, los que incluso la hicieron cuestionar su destino en la industria musical. Aquí, su historia.
La cantante irlandesa Sinéad O’Connor ha muerto a la edad de 56 años. Ha partido una leyenda del pop y una estrella irrepetible en la música popular de las últimas décadas.
Su deceso fue confirmado a través de medios irlandeses por familiares de la intérprete, quienes aseguraron: “Con gran tristeza anunciamos el fallecimiento de nuestra querida Sinéad. Su familia y amigos están devastados y han solicitado privacidad en este momento tan difícil”.
La noticia golpea al mundo de la música un año después de que muriera uno de sus hijos, Shane, de 17 años, y tras una larga batalla contra problemas relacionados con la salud mental. En las últimas décadas, tomó decisiones como su cambio de nombre -se convirtió a la fe islámica- o el abandono de forma paulatina de los escenarios y la figuración pública.
Su gran éxito, Nothing compares 2U, original de Prince, quedará en la historia como una de las interpretaciones más emotivas del catálogo pop de las últimos tiempos, incluyendo aquella escena en el videoclip donde derramó por sus mejillas de forma real un par de lágrimas.
Nacida en Dublín el 8 de diciembre de 1966, Sinéad Marie Bernadette O’Connor, su verdadero nombre, tenía una extraordinaria voz y una personalidad que desde pequeña desafiaba las convenciones de la época, empezando por su pelo corto, su rechazo a las grandes directrices de la escena musical y su vuelco hacia un estilo cada vez menos ortodoxo.
También ha sido célebre su enfrentamiento con las grandes instituciones de su era: en pleno éxito en 1992, en horario prime de la TV estadounidense, su performance haciendo pedazos la foto del Papa Juan Pablo II es posiblemente uno de los minutos definitivos (y estremecedores) de la cultura pop de fines del último siglo.
Tenía un carácter artístico distintivo que, pese a los altibajos en el curso de los últimos años, resultó ser inimitable.
El estilo Sinéad O’Connor.
Ganadora de un premio Grammy y autora de 10 discos, en el año 2018 se había convertido al islam con el nombre de Shuhada’ Sadaqat.
Una historia turbulenta.
Sus padres, Jack O’Connor y Marie O’Connor, se casaron a muy temprana edad y tuvieron grandes problemas matrimoniales. Ella fue la tercera de cinco hijos y fue testigo de inestabilidades en el hogar que más tarde se retrataron en su personalidad convulsa, áspera y descreída de los hábitos. Tenía ocho años cuando sus padres se divorciaron, lo que también la llevó a alejarse de la fe y el catolicismo, uno de los grandes tópicos que marcarían su existencia.
Con sus dos hermanos mayores se fue a vivir con su madre, pero la convivencia sería imposible: la futura cantante acusaría con los años abusos físicos y psicológicos. Tales episodios también marcarían su destino. Su canción Fire on Babylon es un retrato de aquello.
Los abusos eran una constante en sus primeros años y no sólo por parte de su madre. “Fui violada en varias ocasiones por extraños en Irlanda cuando era niña”, dijo en una entrevista de 2017.
Fue entonces cuando tomó la decisión de raparse, estableciendo la imagen que la eternizaría. “No quería ser bonita. Era peligroso ser bonita porque podría ser violada o molestada en todas partes adonde iba. No quería ser violada”.
En 1979, O’Connor dejó a su madre y se fue a vivir con su padre y su nueva esposa. Sin embargo, su mal comportamiento escolar llevó a que fuera internada en una escuela-reformatorio a los quince años, el Centro de Capacitación de Grianan, dirigido por las Hermanas de Nuestra Señora de la Caridad. Era el reducto donde generalmente caían niñas calificadas como “casos perdidos”.
Una de las voluntarias del lugar era la hermana de Paul Byrne, batería de la banda In Tua Nua, quien escuchó a Sinead cantando Evergreen, de Barbra Streisand. Grabó una canción con ellos llamada Take my hand y los dejó maravillados, aunque alegaron que era demasiado joven para tal tema. Fue la primera semilla de su posterior estrellato escénico.
En el verano de 1984 formó un grupo llamado Ton Ton Macoute, denominado así por las milicias gubernamentales haitianas. Casi a la par, un año después, su madre falleció en un accidente en moto, lo que fue devastador para la intérprete, pese a la relación llena de fricción y distancia que exhibían por esos días.
Se fue creando un nombre en la escena irlandesa hasta que llegó la opción de su primer álbum. Cuando estaba en ese proceso, la artista quedó embarazada del baterista de su agrupación, John Reynolds; desde la discográfica, le pidieron que abortara. Según decían, no podían tener a su gran apuesta, de apenas 20 años, aspectada como figura juvenil pop, en tal condición.
Fuente: Culto LT.com