En el tercer día sin noticias de Alaa, la familia intenta evitar imaginarse lo peor. Los funcionarios egipcios han asegurado que el activista no corre peligro y que las autoridades penitenciarias lo mantendrán con vida. “Estoy realmente preocupada por estos comentarios que están insinuando que alimentarán a la fuerza a Alaa, ya que la alimentación forzada es una tortura y no debe pasar nada que vaya en contra de la voluntad de Alaa”, ha dicho Sanaa Seif, durante una ponencia en la COP-27. “Necesitamos pruebas de vida; la solución es simplemente dejar que la embajada británica lo vea”, ha exigido. Leila, la madre de ambos, sigue esperando noticias de su primogénito a las puertas de la cárcel.