Ante miles de afiliados “tories”, en el recinto Wembley Arena de la capital británica, la ministra de Exteriores, clara favorita en las encuestas para heredar el despacho de Downing Street, y el extitular de Economía Rishi Sunak, desgranaron sus propuestas para afrontar la crisis del coste de la vida y respondieron a preguntas del público.
Los cerca de 160.000 miembros del partido con derecho a voto han podido enviar su papeleta desde principios de agosto y cuentan todavía con un plazo hasta el viernes para hacerlo.
El nombre del nuevo líder “tory” se revelará el lunes en un acto en la capital británica, mientras que el martes se producirá el traspaso formal de poder en la residencia veraniega de la reina Isabel II de Balmoral, en Escocia.
Ambos candidatos dedicaron el último evento ante los afiliados a desgranar sus programas para abordar la recesión económica que anticipa el Banco de Inglaterra y una inflación disparada que según diversos análisis puede superar el 18 % el próximo año.
El próximo líder “tory” afronta el reto de guiar al país en medio de esa profunda crisis y estará obligado a convocar unas elecciones generales antes de enero de 2025. Si se celebraran ahora unos comicios, el Partido Laborista les arrebataría el poder con cierta holgura, según los sondeos.
Subir los impuestos “no va a traer inversión y crecimiento a este país”, declaró la ministra, que avanzó asimismo que legislará para evitar que las huelgas ferroviarias paralicen el transporte público, como ha ocurrido en varias ocasiones este verano ante las protestas para reclamar subidas salariales acordes con la inflación.
Sunak, que diseñó desde el Ministerio de Economía las medidas de respaldo durante las restricciones del coronavirus, afirmó por su parte que su programa no está basado en lo que la gente “quiere oír”, sino en lo que “necesita escuchar”.
“Mi plan es el correcto para afrontar la inflación, para apoyar de forma compasiva a aquellos que más ayuda necesitan y para proteger la herencia económica de nuestros hijos”, sostuvo el exministro, que recalcó la necesidad de rebajar la deuda pública.
“Agotar la tarjeta de crédito del país no es lo correcto, no es responsable y, ciertamente, no es lo más propio de los conservadores”, adujo.