Tecnología
Del big data al bee data
La llegada de los datos masivos y los sistemas de inteligencia artificial implica que estas tecnologías vayan más allá del cuidado de colonias concretas. En EE. UU ya hay empresas dedicadas a poner el big data al servicio del bienestar general de las poblaciones de abejas melíferas. Una de ellas vende colmenas inteligentes con sensores, ya sea a profesionales o a particulares interesados en tener abejas en sus jardines o en zonas residenciales. La empresa se encarga del mantenimiento y la cosecha de la miel, que se entrega al cliente. Pero el proceso no acaba ahí: todos los datos recopilados a lo largo del año se envían a la Universidad de Harvard y al MIT, que pueden analizarlos y estudiar la salud de las abejas. De este modo, se podrá comprender mejor el impacto de las condiciones medioambientales y climatológicas a largo plazo.
Otro proyecto financiado con fondos europeo pretende ir más lejos si cabe. El objetivo de Hiveopolis es desarrollar abejas robóticas para cada panal, de forma que por medio de sus vibraciones y movimientos puedan indicar al resto de la colonia dónde están las fuentes de polen óptimas. Se trata de replicar la conocida como “danza de la abeja”, que permite a las abejas obreras informar de la ubicación de las flores por medio del movimiento de su abdomen. Si quieres saber más acerca de la aportación de la robótica en sectores como la agricultura, echa un vistazo a este artículo.
Por cierto, el Día Mundial de la Abeja es el 20 de mayo. Un buen momento para recordar la importancia de estos insectos polinizadores, ya sea en colmenas inteligentes o en el medio salvaje.